Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos entre sus asociados, impulsada por la empresa de software Overactive, analizó las nuevas pautas de relacionamiento laboral tras la pandemia de covid-19 y en particular la modalidad del teletrabajo.
El estudio reveló que los ratios de productividad fueron positivos con el teletrabajo para la mayoría de los ejecutivos consultados. El 62% afirmó que no tuvo pérdida de productividad y uno de cada cuatro (24%) consideró que incluso aumentó. Solo 14% expresó que con el trabajo remoto se bajó la productividad, de acuerdo al sondeo.
“La pandemia generó mayor productividad en Uruguay”, ratificó Nicolás Chiappara, CEO de Overactive.
Chiappara vaticinó que el teletrabajo implicará una “revolución en el diseño de oficinas” y hasta una “evolución” en los hogares, con espacios adaptados para poder afrontar el trabajo remoto. Se trata de una combinación de los dos lugares que pasarán a formar parte de la vida laboral en muchos campos de actividad, anticipó.
Como argumentación, mencionó un estudio que estima en 21 días el tiempo que se demoran las personas en adoptar un cambio en los hábitos y recordó que ya se superaron los seis meses desde que la emergencia sanitaria trastocó la forma de funcionamiento de las empresas. “El hábito de trabajar desde la casa ya está asimilado”, comentó.
Para que eso fuera posible, fue clave el uso masivo de tecnología que en muchos casos ya estaba disponible. Hoy, herramientas que fueron pensadas para el uso corporativo aceleraron su implementación y aprendizaje y ya forman parte de la vida cotidiana.
De acuerdo a los resultados de la encuesta presentados por Chiappara, previo a la declaratoria de la emergencia sanitaria nacional el 13 de marzo, más de la mitad de las empresas encuestadas (57%) no tenía ni un solo trabajador en modalidad remota. Para abril, 90% de los colaboradores ya trabajaban desde sus hogares, y esa proporción se mantenía en 60% para agosto.
Además, menos de la mitad (43%) de los colaboradores expresó su intención de regresar al trabajo presencial todos los días y 48% afirma que querría concurrir a la oficina entre 1 y 4 días a la semana.
“La flexibilidad es un aspecto que llegó para quedarse”, reflexionó Chiappara. El 60% de los encuestados considera o ya implementó horarios flexibles, además de facilitar el trabajo desde el hogar con el pago de la conexión a internet (8%), la entrega de dispositivos como teclados y monitores (8%) o el envío al domicilio de una silla ergonómica (19%).
A nivel de expectativas, los asociados de la cámara tienen pocas certezas respecto al retorno de sus plantillas al trabajo presencial en el corto plazo. Casi la mitad estiman que 80% de sus empleados volverán a la oficina no antes de 2021.
Fuente: EL OBSERVADOR